La dieta mediterránea es un conjunto de hábitos alimenticios que se basan en el consumo de alimentos frescos y naturales como aceite de oliva, frutas, vegetales, legumbres, frutos secos, vinagre, cereales, pescados, leche y queso, siendo necesario evitar productos industrializados como salchichas, comida congeladas y prefabricadas; hábitos alimenticios que han seguido, durante milenios, las poblaciones ribereñas del mar Mediterráneo.
Esta dieta en verdad es un tipo de alimentación que ayuda a cambiar el estilo de vida, porque logra naturalmente a mejorar el metabolismo y favorecer el control de peso.
Cómo hacer la dieta mediterránea:
- Evitar productos industrializados
- Consumir pescado
- Aceite de oliva y grasas buenas
- Alimentos integrales
- Frutas y verduras
- Leche y derivados descremados
- Vino
Beneficios de la dieta mediterránea
- Menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades degenerativas;
- Protege al organismo de la aterosclerosis y de la trombosis;
- Es una versión más económica;
- Contiene más nutrientes que los alimentos industrializados, proporcionando una mayor cantidad de vitaminas y minerales;
- Hace que la alimentación sea más variada, siendo excelente para el paladar de los niños, haciendo con que sea más fácil que ingieran vegetales y ensaladas.
Aceite de Oliva
El aceite de oliva y los aceites vegetales son ricos en grasas buenas para el corazón, ayudando a controlar el colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares. Para obtener los beneficios, se debe agregar aceite de oliva en las comidas ya listas, consumiendo un máximo de 2 cucharadas por día. Adicionalmente es el elemento básico para dar sabor a todos tus platos, ya sean fríos o calientes... en crudo, acompañando un pedacito de pan y algún tipo de embutido o tomate; en ensaladas, salsas o aderezos; en asados al horno, a la plancha o a la brasa o en guisos, especialmente con legumbres y verduras.